La depreciación de los bienes del activo de una empresa, se trata de un concepto regulado por el Servicio de Impuestos Internos - www.sii.cl - y aceptado tributariamente como gasto, impactando por tanto en los estados financieros como en la base imponible sobre la cual pagamos el impuesto a la renta.
En cuanto a su definición, la depreciación corresponde al menor valor que tiene un bien, producto de su uso o desgaste, tema que está contenido en los números 5 y 5 bis del Artículo 31 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, que reconoce una cuota anual por concepto de depreciación de los bienes del activo inmovilizado como gasto necesario para producir la renta, determinada de acuerdo con la vida útil fijada por el Servicio de Impuestos Internos para tal bien.
Métodos de depreciación y su impacto tributario:
Si los activos fijos son utilizados para generar ingresos, su depreciación es un gasto aceptado tributariamente, lo que permite deducirlo de la base imponible del Impuesto de Primera Categoría que se paga cada año. La Ley sobre Impuesto a la Renta (LIR) establece cuatro métodos de depreciación:
-Depreciación normal: Calculada usando la tabla del SII para los distintos bienes del activo fijo inmovilizado.
-Depreciación acelerada: Permite reducir a un tercio la vida útil fijada por el SII.
-Depreciación instantánea: Registra el 100% de la pérdida de valor en el mismo año en que se adquieren los activos.
-Depreciación opcional para Pymes: Considera un período de vida útil de un año.
Los contribuyentes no están obligados a depreciar todos los bienes de la misma manera, pudiendo aplicar métodos distintos para diferentes bienes. Es esencial llevar un control detallado de los bienes del activo inmovilizado para acreditar el cálculo del gasto de depreciación.
Una vez que el contribuyente elige un método de depreciación en un año tributario y presenta la declaración de impuestos, esa opción es irrevocable para dicho periodo. No puede modificarse bajo la premisa de corrección de errores, ya que la elección de un método es un ejercicio libre de una opción otorgada por la ley. Sin embargo, en años tributarios posteriores, el contribuyente puede optar por un método diferente si cumple con los requisitos establecidos.